Farola Azul

La clase de psicología me ha sorprendido bastante. No me esperaba para nada que fuese así y realmente me imaginaba un contenido completamente distinto. Pero ya cuando avanzó el curso me di cuenta de que no se puede empezar a dar psicología sin entender algunos conceptos básicos, porque no entenderíamos nada. Ha sido un curso bastante raro, ya que tener esta asignatura una semana sí y una no, antes de que el profesor utilizase la cámara para los que estuviesen en casa, rompía un poco con la rutina y no me solía acordar de por donde nos habíamos quedado. Aun así, me han gustado muchísimo más las clases presenciales porque el profesor interactúa mucho con los alumnos y se hace más ameno. Además, podías preguntar las dudas sin tener que hablar desde casa, que siempre da más vergüenza. El comienzo del temario se me hizo un poco pesado, al no estar acostumbrada a dar temas relacionados con la anatomía, como las partes de la neurona o el cerebro, pero como he dicho antes, luego todo tie

  Las clases online han supuesto un giro de 180 grados para la educación, tanto alumnos como profesores han tenido que adaptarse a las clases telemáticas en un periodo corto de tiempo. Ahora, las cámaras son un elemento más en el aula. Pero claro, este sistema implica que profesores y alumnos deban encender la cámara. En realidad, esto no es así. Por lo general, son solo los profesores los que activan sus cámaras. Entonces, ¿por qué los alumnos no lo hacen? La adolescencia es una etapa complicada donde se suele hacer lo contrario a lo que se pide. Pero también es una etapa llena de inseguridades. Poner la cámara supone que tus compañeros y profesores te vean continuamente y eso puede dar vergüenza a más de uno. Tampoco sabes si alguien lo está grabando, y eso puede poner en riesgo tu privacidad. A esto, los profesores dirán que ellos también se están exponiendo a ese riesgo, lo que es verdad. Además, es mucho más cómodo tener la cámara apagada ya que puedes levantarte para ir al